El cuerpo de Ashley fue encontrado a 25 metros de profundidad, aún en su asiento eyectable, con el cinturón de seguridad abrochado y envuelta por el paracaídas. Fue localizada gracias al buque científico BAP Carrasco, el más moderno de la Marina de Guerra del Perú, que utilizó ecosondas multihaz y un robot submarino.
La zona de búsqueda se delimitó con precisión y se emplearon buzos en relevos que inspeccionaban cada o detectado en el fondo marino. Ashley llevaba su uniforme de piloto y documentos personales, hallados intactos en sus bolsillos.
“Fue encontrada en su silla, con el cinturón y el velamen”, detalló el capitán de navío Carlos Díaz, jefe del Estado Mayor de la Comandancia de Guardacostas. La recuperación fue meticulosa y dolorosa, pero brindó una respuesta a su familia y al país.
Tras el hallazgo, la Fiscalía de Pisco abrió una investigación preliminar por el delito de homicidio culposo contra quienes resulten responsables. La familia de Ashley Vargas exige a la FAP entregar información técnica completa, como el historial de mantenimiento del avión y del sistema eyectable.
“El localizador de emergencia no respondió. Queremos saber si el sistema de eyección estaba en condiciones reales de operar”, indicó el abogado José Ocampo Zumaeta. La familia también solicitó que se entregue toda la documentación a la Fiscalía.
La FAP respondió que los cartuchos del asiento estaban vigentes hasta diciembre de 2025, y que las inspecciones técnicas estaban al día. Pero para los deudos, esa información debe ser verificada por entidades externas. “En la FAP son juez y parte”, remarcaron.
Una de las piezas clave que aún no ha sido recuperada es el Flight Data Recorder, equivalente a la caja negra en aeronaves militares. Este dispositivo podría contener información crucial para entender lo que ocurrió durante los últimos minutos de vuelo.
Según el Comandante General de la FAP, Vargas reportó a Corpac desde la isla Zárate que proseguía su vuelo hacia Laguna Grande. No informó ninguna falla técnica. Minutos después, desapareció del radar sin emitir señales de emergencia.
La aeronave, ensamblada en Perú en 2014, era parte del programa de modernización de la FAP. Ahora, las condiciones de instrucción y el estado de las naves vuelven a estar en debate, tras la muerte de una piloto con futuro prometedor y una hoja de vida ejemplar.
-Alférez FAP Ashley Vargas fue hallada 16 días después de desaparecer en vuelo.
-Estaba en su asiento, con cinturón y envuelta por su paracaídas.
-La búsqueda usó tecnología avanzada y robots del BAP Carrasco.
-La familia exige transparencia sobre el sistema de eyección.
-Ministerio Público abrió investigación por homicidio culposo.
-FAP afirma que el avión estaba en óptimas condiciones.
-Aún no se recupera el Flight Data Recorder.
-El caso genera dudas sobre la seguridad de los vuelos de instrucción militar.